La arena está formada por muchos fragmentos pequeños de cosas vivas y no vivas. Esas cosas son rocas, minerales y restos de animales donde la mayoría son fósiles: corales, moluscos, equinodermos y exoesqueletos de artrópodos marinos.
Para que los fragmentos lleguen a ser así de chiquitos, las rocas y los restos de seres vivos se han sometido a incontables días de procesos de erosión y meteorización, ayudándose de las lluvias, el viento y el movimiento de las olas. De esta manera, los procesos geológicos externos crean las partículas de arena que conocemos como granos o clastos, los cuales miden entre 0,063 y 2 mm.
Por otro lado, como se observa en la imagen 1, los granos de arena tienen distintas formas y colores. Esto se debe al oleaje y al tipo de roca, mineral o resto de ser vivo del que proviene. Por ejemplo, los sedimentos volcánicos hacen que la arena sea de color negro. Los restos de corales forman la arena rosa y cuando ésta es blanca es porque proviene de piedras calizas, o incluso cuarzos.
Estudiar la arena es conocer lo que atesoraban los mares desde tiempos remotos. ¡Es increíble!
La próxima vez que visites el mar, llévate tu Foldscope y échale un ojo a la arena, ¡quizá encuentres foraminíferos!
Biól. María Juanz
#FoldscopeTeam México
Equipo: El Nodo: Ciencia